Con más de 90 años de experiencia en la fabricación de aisladores de vidrio que están en servicio en más de 120 países, La Granja Insulators es un socio clave fiable en el desarrollo de líneas mejoradas, más seguras y más sostenibles.
Ayudamos a conseguir una gestión más eficiente y duradera de los sistemas de transporte de electricidad, contribuyendo al desarrollo sostenible del planeta a través de un equipo de expertos que trabajan en el sector.
Dentro de la transmisión y distribución, en las líneas aéreas, algunas personas pueden creer que los aisladores son algo pequeño, sin importancia. Una simple mercancía. Pero, como decimos en LGI, las cosas pequeñas importan. Y mucho. Y este pequeño elemento tiene una gran importancia. Sin él, como sin muchas otras pequeñas cosas, nada funcionaría como lo entendemos hoy. Porque todos, incluidos nosotros, formamos parte de una gran cadena de valor.
La gama de aisladores de suspensión producidos en La Granja Insulators cumple las principales normas internacionales y nacionales: IEC, ANSI, CSA, BS, NF, UTE, UNE, DIN, etc.
Los aisladores de vidrio templado, debido al tratamiento térmico recibido, ofrecen una gran resistencia tanto a los esfuerzos mecánicos habituales en los aisladores de suspensión, como a los impactos accidentales que puedan producirse durante su transporte, manipulación e instalación. También son muy resistentes a los cambios bruscos de temperatura.
Esto es así incluso cuando los aisladores están sometidos a grandes cargas mecánicas. LGI lleva más de 90 años utilizando aisladores en redes de transmisión de alta tensión.
La rigidez dieléctrica es muy alta debido a la homogeneidad del vidrio, lo que hace que sean prácticamente imposibles de perforar. El aislador tiene una alta capacitancia eléctrica y consigue una distribución homogénea del potencial en las cadenas, lo que contribuye a mejorar el fenómeno de las radiointerferencias y el efecto corona.
Los aisladores de vidrio templado ofrecen una ventaja muy importante: un aislador de vidrio intacto es siempre un aislador "sano".
Si el vidrio se rompiera por cualquier motivo, se fragmentaría en pequeños trozos, mientras que la resistencia mecánica del "trozo" de aislante sigue siendo prácticamente la misma que la del aislante intacto. Esto facilita el trabajo de inspección de las líneas eléctricas, ya que puede realizarse a simple vista, desde tierra, con dron o desde helicóptero. De este modo, la sarta de aisladores mantiene prácticamente sus propiedades mecánicas originales hasta que se puedan realizar los trabajos de mantenimiento para sustituir el aislador. Además, gracias a la homogeneidad del vidrio, se ha demostrado que la tasa anual de rotura espontánea de los aisladores LGI instalados (medida empíricamente por los principales operadores eléctricos del mundo) es inferior a 1/10.000, lo que reduce significativamente los costes de mantenimiento.
Proyectos de I+D financiados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) de la Unión Europea y la Junta de Castilla y León, a través del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León.
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